- Apague la iluminación en las áreas donde se tenga suficiente aportación de luz natural, así como en las áreas exteriores.
- Abra las persianas durante el día, pues al abrirlas entrará la luz natural.
- Pinte las paredes de su hogar con colores claros; esto ayuda a aprovechar mejor la luz, tanto la natural como la artificial.
- Intente que las cortinas y telas de la decoración sean también claras.
- Realice el mayor número de actividades aprovechando la luz solar. Piense o haga una lista de todo lo que puede realizar durante el día y no dejarlo para la noche. Por ejemplo, es mejor lavar, planchar y hacer el aseo durante el día con luz natural.
- La distribución de muebles debe estar pensada teniendo en cuenta la forma en que estos afectan la calidad y cantidad de luz natural que recibe un ambiente:
• Los muebles más grandes deben situarse pegados a la pared, rodeando la habitación, para permitir que la luz llegue a todos los rincones. No interponer un mueble en el camino que recorre la luz desde las ventanas al resto de la habitación.
• Evitar cualquier clase de repisa o mueble delante de las ventanas.
• Las repisas o bibliotecas, principalmente las más grandes, pueden colocarse apoyadas a la pared y sin fondo, de modo que absorberán menos luz y harán más luminosa la estancia.
• Los mejores muebles son los bajos, de líneas simples. Además de ganar continuidad visual y crear sensación de espacio, se permite una mejor distribución de la luz. Si se utilizan muebles altos no sobrecargar la parte alta o los estantes más altos.
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