lunes, 16 de enero de 2012

Dónde ubicar cada tipo de bombilla en nuestra casa


  1. Las bombillas comunes de incandescencia son las más utilizadas en nuestras casas: están caracterizadas por una eficiencia luminosa modesta, aproximadamente 10 – 13 lm/w. Estas bombillas tienen, además, una vida breve (aproximadamente 1000 horas). Pero tienen la ventaja de costar poco y de propagar una luz caliente y acogedora. Las bombillas de incandescencia son adecuadas para las habitaciones en las que la luz se enciende poco, como por ejemplo en los dormitorios, en el pasillo, en el baño, etc.
  2. Las bombillas halógenas tienen la característica de producir una tonalidad de luz más blanca y de ser mucho más pequeñas respecto a las bombillas normales. Esto las hace especialmente adecuadas para ser utilizadas en proyectores de tamaño reducido (focos) y para una iluminación fuerte y directa. La eficiencia luminosa es bastante baja (13 – 22 lm/w) y su vida es de aproximadamente 2.000 horas (el doble de las bombillas normales), mientras que su coste es mucho más alto. Se usan, por ejemplo en el salón, si se quiere iluminar con focos con una luz intensa y directa cuadros, objetos de arte o determinados ambientes.
  3. Las bombillas fluorescentes compactas están clasificadas de bajo consumo porque tienen una gran eficiencia luminosa (55 – 65 lm/W) a niveles similares de consumo, y por lo tanto consumen aproximadamente un quinto menos que las bombillas tradicionales. Su duración media es de aproximadamente 8.000 horas. Tienen también la ventaja de tener el mismo casquillo que las bombillas convencionales de incandescencia y por lo tanto pueden fácilmente sustituir estas últimas. Las de encendido electrónico son especialmente adecuadas para ser utilizadas en casa donde sea necesario un encendido instantáneo y repetido. Su coste en cambio es entre 10 y 15 veces superior al de las tradicionales. La sustitución de las bombillas comunes con las fluorescentes compactas es ventajosa en todas las habitaciones de la casa donde sea necesaria una iluminación continua y prolongada, como por ejemplo en el salón, la cocina, la habitación de los niños… La mayor duración de la bombilla y el ahorro en la factura eléctrica compensan el mayor coste de compra.
  4. Las bombillas comunes de neón, que también están clasificadas entre las de bajo consumo (55 – 65 lm/W); en el mercado se encuentran de diferentes tamaños y potencia, de forma circular y recta. Tienen una duración de aproximadamente 10.000 horas y, a igualdad de luz propagada, consumen un quinto respecto a las comunes bombillas de incandescencia. La utilización domestica de estas bombillas es limitada por el inconveniente del mayor tamaño respecto a las tradicionales y por el hecho de que algunos modelos alcanzan la máxima intensidad luminosa tras unos segundos desde que se encienden. Su coste, incluida la luminaria adosada y el sistema de encendido, es de aproximadamente diez veces el de las bombillas tradicionales. En los hogares se utilizan fundamentalmente para iluminar escaleras comunes, aunque también serían válidas para cocinas u otras zonas de trabajo.

1 comentario:

Carolina dijo...

Muy buen dato, esto nos ayudara a ahorrar energia y a la vez tomar en cuenta al momento de realizar las instalaciones electricas de nuestro hogar. Muy Bueno

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