No obstante, la amortización de la inversión se realiza más rápidamente, pues, calentando desde la superficie del suelo se cubren estas necesidades sin tener que calentar el aire situado en la parte superior de forma innecesaria y ahorrando energía.
La disminución de la temperatura ambiente lleva consigo un ahorro de energía.
El sistema de climatización por suelo radiante requiere una temperatura menor del agua que circula por el sistema de calefacción, lo que permite llegar a ahorros de entre 20-30%, frente a los sistemas tradicionales como los radiadores.
Se consiguen ahorros en torno al 75% combinándolo con energías renovables.