1.-
Elige el electrodoméstico que mejor se adecúe a su emplazamiento futuro (la cocina), al
tipo de energía disponible en tu hogar (gas, electricidad), y al
espacio disponible en aquella (no será el mismo aparato el destinado a un apartamento que a una casa de verano),
2.-
Valora el consumo energético durante los próximos años del aparato, y en caso de grandes artículos de gama blanca (frigoríficos, lavadoras, hornos eléctricos, aires acondicionados y otros), la información de su etiqueta energética (la llevan obligatoriamente):
- Su consumo energético superará a lo largo de su vida útil su coste inicial,
- Recuerda que comprar un aparato con una etiqueta energética con la letra A (A+ o A++ en el caso de los frigoríficos) exige un mayor desembolso inicial que se compensa con un menor consumo energético a lo largo de su vida útil.
3.-Elige el electrodoméstico que mejor se adecúe a tu
estilo de vida y necesidades del momento: no confundas grande con mejor si el número de personas que lo utilizarán no acompaña al tamaño.
- En ese caso aunque el aparato sea eficiente (etiqueta energética, A ó B) su consumo puede ser superior al de un aparato de menor eficiencia pero con menor capacidad para nuestras necesidades,
4.-Infórmate de si existe un “
Plan Renove” en la Consejería de Industria de tu Comunidad Autónoma (una subvención por la retirada de tu viejo aparato).
- En la página web del IDAE (www.idae.es) tienes una relación de los organismos autonómicos que se ocupan el respecto,
5.-La propia denominación de este equipamiento indica que la inmensa mayoría funciona con electricidad, si bien en algunos casos existen alternativas con otras fuentes de energía, fundamentalmente gas natural,
6.-Elige un establecimiento comercial que te ofrezca como servicio la
retirada de tu antiguo aparato y pregúntale qué hacen con él, preferiblemente si está adherido al
arbitraje de consumo (sistema ágil y gratuito de resolución de conflictos entre empresas y consumidores),
7.-Si compras por Internet,
exige en su caso,
la instalación del aparato (lavadora, lavavajillas, aire acondicionado, etc.) e infórmate de cómo, cuándo y quién la hará, y de cómo se llevarán el aparato viejo y qué harán con él. Y si está adherido a Confianza online (sistema ágil de resolución de conflictos entre empresas de internet y consumidores), mejor,
8.-No compres un aparato de segunda mano salvo que tengas garantías de la antigüedad efectiva del aparato.
- Revisa en ese caso el estado general del aparato, haz una prueba de funcionamiento, y pacta una garantía de al menos un mes con el vendedor, ya que una vez en marcha podrás tener sorpresas.
9.-Presta atención a aspectos accesorios como el
ruido, que en el caso de los frigoríficos, suele generar muchos disgustos,