En concreto, evita el uso de cloro en un 99 por ciento, así como la totalidad de otros productos químicos necesarios para el mantenimiento de la piscina, como por ejemplo los alguicidas.
Su manera de trabajar es permanecer flotando en el agua mientras capta energía solar mediante una placa que tiene en la parte superior. Así genera una energía que se convierte en una corriente de baja tensión que alimenta un electrodo que va descargando iones en el agua. Estos iones son completamente seguros y no resultan tóxicos para el bañista.
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