El lavavajillas es un electrodoméstico que gasta mucha energía sobre todo debido a la temperatura con la que lava. Pero no todo depende de la temperatura del agua, conocer las características del lavavajillas que más te conviene también puede hacerte ahorrar dinero.
1.-Elige bien el tipo de lavavajillas que quieres: de 45cm o de 60cm. El primero dispone de una capacidad para 9 servicios, y el segundo para 12. Si somos sólo una persona en casa o hasta 2, uno de 45cm puede ser suficiente.
2- - Compra un lavavajillas con un buen etiquetado energético; es decir "A". Pero cuidado con este tema, porque una cosa es que un lavavajillas gaste poco, y otra es que además de gastar poco, lave y seque la vajilla correctamente. Por eso, asegúrate que el lavavajillas que adquieres sea "AAA" o bien tenga un etiquetado equilibrado tipo "AAB". Hay que tener en cuenta el significado de las tres letras del etiquetado de un lavavajillas: la primera si gasta poco o gasta mucho, la segunda si lava bien o lava mal, y la tercera si seca bien o seca mal. Por eso, cuidado en el punto de venta; si ves anunciado un lavavajillas solamente "A" debemos informarnos de cómo son el resto de letras.
3.- Llenar el lavavajillas al máximo. Cuanto más lleno, más aprovechamos el lavado. Pero conviene no obsesionarse en exceso con este tema: un lavavajillas medio lleno seguro que gasta menos agua que fregar a mano esas mismas piezas de vajilla. Además, los lavavajillas presentan en ocasiones funciones de "carga variable" que adaptan los consumos a la carga detectada.
4.- Conviene usar los programas "eco". Estos programas son más largos, sobrepasando normalmente los 120 minutos. Sin embargo, consiguen importantes ahorros de energía y alcanzan muy buenos resultados de lavado y secado.
5.- Usar programas intensivos o de altas temperaturas cuando es necesario. Es decir, sólo cuando pensamos que los restos de suciedad en sartenes o utensilios similares son muy fuertes, muy secos... En esos casos, se ahorra más usando un programa intensivo de 65º C o de 70º C, que repasando las sartenes en el grifo.
6.- No abuses del detergente. En el mercado existe detergente en pastillas que incluye la cantidad óptima de detergente.
7.- No es necesario pasar los platos por el agua del grifo antes de introducirlos en las cestas. Únicamente se deben eliminar los residuos sólidos en la basura, pero no es necesario aclararlos con agua. Si el lavavajillas es de buena calidad, si ponemos todos los platos y cubiertos correctamente en las cestas y usamos un programa suficientemente fuerte, el lavavajillas se encargaría de todo.
8.- Compra un lavavajillas de calidad. Al final, si ahorramos dinero y compramos un lavavajillas que no quita bien la suciedad, acabaremos fregando sartenes a mano y remojando los platos en el grifo antes de meterlos en el lavavajillas. Y sin duda, eso es lo que más gasta.
2- - Compra un lavavajillas con un buen etiquetado energético; es decir "A". Pero cuidado con este tema, porque una cosa es que un lavavajillas gaste poco, y otra es que además de gastar poco, lave y seque la vajilla correctamente. Por eso, asegúrate que el lavavajillas que adquieres sea "AAA" o bien tenga un etiquetado equilibrado tipo "AAB". Hay que tener en cuenta el significado de las tres letras del etiquetado de un lavavajillas: la primera si gasta poco o gasta mucho, la segunda si lava bien o lava mal, y la tercera si seca bien o seca mal. Por eso, cuidado en el punto de venta; si ves anunciado un lavavajillas solamente "A" debemos informarnos de cómo son el resto de letras.
3.- Llenar el lavavajillas al máximo. Cuanto más lleno, más aprovechamos el lavado. Pero conviene no obsesionarse en exceso con este tema: un lavavajillas medio lleno seguro que gasta menos agua que fregar a mano esas mismas piezas de vajilla. Además, los lavavajillas presentan en ocasiones funciones de "carga variable" que adaptan los consumos a la carga detectada.
4.- Conviene usar los programas "eco". Estos programas son más largos, sobrepasando normalmente los 120 minutos. Sin embargo, consiguen importantes ahorros de energía y alcanzan muy buenos resultados de lavado y secado.
5.- Usar programas intensivos o de altas temperaturas cuando es necesario. Es decir, sólo cuando pensamos que los restos de suciedad en sartenes o utensilios similares son muy fuertes, muy secos... En esos casos, se ahorra más usando un programa intensivo de 65º C o de 70º C, que repasando las sartenes en el grifo.
6.- No abuses del detergente. En el mercado existe detergente en pastillas que incluye la cantidad óptima de detergente.
7.- No es necesario pasar los platos por el agua del grifo antes de introducirlos en las cestas. Únicamente se deben eliminar los residuos sólidos en la basura, pero no es necesario aclararlos con agua. Si el lavavajillas es de buena calidad, si ponemos todos los platos y cubiertos correctamente en las cestas y usamos un programa suficientemente fuerte, el lavavajillas se encargaría de todo.
8.- Compra un lavavajillas de calidad. Al final, si ahorramos dinero y compramos un lavavajillas que no quita bien la suciedad, acabaremos fregando sartenes a mano y remojando los platos en el grifo antes de meterlos en el lavavajillas. Y sin duda, eso es lo que más gasta.
1 comentario:
buen post, gracias
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