Estos calentadores no contienen el agua, sino que una vez que el grifo está abierto, se activa, mediante un sensor, un intercambiador de calor (o serpentines de calefacción). El agua, al fluir a través de los serpentines, se calienta a la temperatura deseada. Una vez que el grifo está cerrado, el sensor apaga automáticamente los serpentines de calefacción. El agua demora en calentar aproximadamente 5 minutos.
El costo inicial de un calentador instantáneo es mayor que el de uno convencional. Su alto consumo y la potencia eléctrica que necesitan los hace, hoy por hoy, poco aconsejables excepto para casos muy puntuales.
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