Sólo necesitarás un destornillador, un pelador de cables y un enchufe nuevo. En primer lugar, retira el tornillo que cierra el enchufe. Es posible que esté fijado a presión, con lo que sólo tendrás que retirar la tapa haciendo palanca con el destornillador en uno de los laterales.
Una vez que lo hayas abierto, encontrarás tres cables, siendo el del dentro de color verde y amarillo. Estos deberás retirarlos y proceder a cortar y pelar el extremo distal de cada uno, dándole suficiente extensión al sector que queda pelado, para poder insertarlo en el nuevo. A continuación, abre el enchufe nuevo y coloca los tres cables teniendo cuidado de poner el de tierra (verde y amarillo) en el centro. Después, ajusta los tornillos pequeños firmemente, asegurándote de que queden bien fijos, antes de cerrar el enchufe.
Cabe la posibilidad de que, al abrir el enchufe quer vas a cambiar, veas que uno de los cables esté suelto. En tal caso, en lugar de cambiarlo todo, deberás saltarte algún que otro paso, es decir, tan sólo deberás abrir el enchufe, pelar los cables y volverlos a colocar ajustándolos bien para que queden bien fijos, puesto que no será necesario poner un enchufe nuevo.
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